«La terapia Gestalt no es un conjunto de técnicas sino la trasmisión de una actitud, una forma de estar en la Vida»    

                                                                                                                                                                     Claudio Naranjo

La Gestalt es una terapia Humanista que confía en que la persona está orientada a su propia auto realización y al uso responsable de su libertad. Una de sus mayores aportaciones es que contempla al ser humano de un modo integral, es decir se trabaja con la parte cognitiva, emocional y corporal de la persona.

La idea fundamental es que lo importante no es lo que me ocurre sino qué hago con ello y cómo lo abordo. Nos fijamos, especialmente, en lo fenomenológico, es decir lo que está sucediendo en el presente y en lo obvio más que en los ideales, exigencias o creencias que la persona tiene en su inconsciente y que le empujan a repetir pensamientos, respuestas emocionales y acciones automatizadas que nos sirvieron cuando éramos niños pero que en la edad adulta quedan obsoletas y sobre todo no nos funcionan.

La terapia Gestalt confía en  la «auto regulación organísmica», es decir la capacidad biológica del ser humano para traer a la conciencia de la persona necesidades no satisfechas, de ahí que a veces una puede tener unas buenas condiciones de vida pero no sentirse realizada, tranquila o feliz. Son estas necesidades o gestalts inconclusas las que nos impiden disponer de toda nuestra energía y recursos para una buena Vida.

Lo más importante de la terapia Gestalt es el vínculo y la relación de confianza que se establece entre la persona y el terapeuta. Las condiciones fundamentales de esta relación son el compromiso, la presencia y la autenticidad entre ambas partes.

El paciente se posiciona como el experto en sí mismo y trae a las sesiones la intención y el propósito de estar atento para cambiar su vida. Hay 3 tareas fundamentales:

“Darme cuenta” de cómo me presento y actúo en el mundo, tomando conciencia de mi misma y poniendo la atención en los prejuicios y fantasías que tengo respecto de mi misma y a los otros.

Experimentar el aquí y el ahora (el pasado y el futuro son proyecciones de nuestro presente) como el único escenario desde el que realmente podemos intervenir, aceptando la propia responsabilidad de lo que digo, hago y siento.

Tomar la responsabilidad de lo que me está sucediendo, siendo consciente de cómo y para qué he construido las máscaras con las que actúo en el mundo; es evidente que me han protegido y ayudado a sobrevivir pero también me han alejado de mi esencia más profunda, libre y creativa; y ya que soy más que una imagen iré permitiéndome y ampliando el abanico de posibilidades acerca de quién soy y de todo mi potencial.

Como puedes ver, protagonista eres tú, yo sólo soy una acompañante que “no sabe” sino que me abro a tu complejidad como persona dentro de un contexto concreto; no dando nada por supuesto y guiando las sesiones desde una profunda confianza en el proceso y en tu capacidad de cambio.

Como terapeuta te acompaño en tu auto descubrimiento, estando presente desde mi propia experiencia y apoyando y/o confrontando lo que vas exponiendo, para que tras un tiempo de terapia, continúes tu camino de forma autónoma y segura.

Nos podemos ver de forma presencial o por Skype. En la primera sesión elaboramos, si te interesa el “Boceto del mapa”, donde ponemos la atención en conocernos y hacer tu ecología de Vida, para esbozar la ruta que necesitas en este momento.

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